El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha dado un paso clave en el desarrollo del mercado de capacidad del sistema eléctrico peninsular. Mediante la Resolución 14438/2025, se fijan oficialmente los valores del Valor de Carga Perdida (VoLL) y el Estándar de Fiabilidad, en cumplimiento del Reglamento (UE) 2019/943 y sus reformas más recientes.
¿Qué se ha aprobado?
- Valor de Carga Perdida (VoLL): 22.879 €/MWh
Es la estimación del precio máximo que los consumidores están dispuestos a pagar para evitar interrupciones eléctricas. Este parámetro refleja el coste social de un fallo de suministro.
- Estándar de Fiabilidad: 1,5 horas de pérdida de carga esperada al año (LOLE)
Es el nivel de seguridad que se busca mantener en el suministro eléctrico. Representa el número de horas/año en que la demanda no podría ser cubierta con los recursos disponibles.
¿Para qué sirven?
Ambos son requisitos técnicos y normativos previos para justificar y habilitar la creación de un mercado de capacidad. Se hacen simulaciones energéticas del sistema futuro (demandas, generación renovable, etc.), se calcula si se cumpliría el estándar de fiabilidad, usando el VoLL y el coste de nueva entrada (CoNE), y, si el riesgo de corte de suministro es mayor al estándar, se detecta un “problema de cobertura”; lo que permite justificar regulatoriamente la creación de mecanismos de capacidad.
Se trata de un paso fundamental en la transformación del sistema eléctrico hacia un modelo más resiliente, seguro y descarbonizado.
¿Cómo se comparan estos valores con los mimos para otros países Europeos?
El Valor de Carga Perdida (VoLL) puede calcularse de forma diferenciada por tipo de consumidor (residencial, comercial, industrial), región, e incluso según el perfil de uso eléctrico. Esto se hace en muchos países, especialmente para estudios internos o planificación y tiene sentido porque el impacto económico de una interrupción varía mucho según quién sufre el corte. Sin embargo, en cumplimiento del artículo 11 del Reglamento (UE) 2019/943, cada Estado miembro debe fijar una estimación única del VoLL para su territorio, como requisito normativo para establecer el estándar de fiabilidad y justificar el mercado de capacidad. Así, países con un mercado de capacidad sí tienen publicado un único valor de VoLL.
El VoLL recientemente fijado por España en 22.879 €/MWh se sitúa en la parte alta del rango europeo, superando los valores adoptados en países como Francia (~17.000 €/MWh), Países Bajos (~20.000 €/MWh) y el Reino Unido (~20.000 €/MWh equivalentes). Esta cifra refleja una aproximación regulatoria conservadora que prioriza la seguridad de suministro, dado que un VoLL elevado traduce un mayor coste social asociado a los cortes eléctricos y, por tanto, facilita la justificación de mecanismos de capacidad. En contraste, países como Alemania no cuentan con un VoLL único oficial, ya que han optado por no establecer un mercado de capacidad regulado. Esta diferencia metodológica ilustra la diversidad de estrategias adoptadas por los Estados miembros: mientras algunos, como España, se alinean con el marco europeo para activar ayudas de Estado destinadas a garantizar firmeza y flexibilidad, otros mantienen enfoques basados en señales puras de mercado o reservas estratégicas.
En cuanto al estándar de fiabilidad (LOLE), España ha optado por un umbral de 1,5 horas/año, más exigente que el promedio europeo, donde se observan valores de 3 h/año en Francia y el Reino Unido, o hasta 4 h/año en Países Bajos. Este valor reducido implica que el sistema español deberá contar con una mayor capacidad firme o flexibilidad para cumplir con el umbral de seguridad establecido. En términos tecnológicos, esta configuración es especialmente favorable para activos como ciclos combinados eficientes, almacenamiento energético y respuesta de la demanda. Todas estas tecnologías pueden beneficiarse de mecanismos de capacidad bien diseñados, ya que aportan valor al sistema en forma de disponibilidad, velocidad de respuesta o gestión del consumo, lo cual será esencial para mantener el sistema dentro de los márgenes de riesgo aceptados por el regulador español.
¿Y ahora qué?
Aunque no hay una fecha concreta en el BOE, la secuencia lógica es la siguiente:
- Ya están fijados los valores clave (VoLL y estándar de fiabilidad).
- El siguiente paso es la publicación del análisis de cobertura nacional (LOLE y ENS proyectados en distintos escenarios).
- Dado que el proceso normativo está en fases finales y la resolución se publicó el 12 de julio de 2025, es razonable esperar los resultados del análisis en los próximos meses, como condición previa a la aprobación definitiva del mercado de capacidad peninsular.
Con la publicación de esta resolución, se avanza de forma decidida hacia la implementación de un mecanismo de capacidad en el sistema eléctrico peninsular, tras años de trabajo técnico y regulatorio en esta dirección. La fijación del valor de carga perdida y del estándar de fiabilidad constituye un paso clave y necesario para cumplir con los requisitos europeos y abordar, de manera estructurada, los desafíos asociados a la transición energética. Si se mantienen los plazos previstos, todo indica que España podrá contar, por fin, con un mercado de capacidad que de firmeza y flexibilidad al sistema eléctrico.